EL REINO VIENE

¡Cuantos accidentes en el mundo! Por eso le pedimos al Padre: ¡LIBRANOS DEL MAL! Uno no puede prever casi nada.Uno tiene cierta estabilidad ¿pero con qué derecho? Ve lo que pasa en el mundo. Uno tiene la solución: salirse del mundo y en la tierra yacente adorarte como tu madre que por eso es reina. VENGA TU REINO es decir ven tú que eres rey.
Y tú vienes tan delicadamente para quien se dispone a ser tranquilizado por el ESPÍRITU. Y viene el reino y nos abandonamos a tu voluntad. Esto nos enseñas a pedir al Padre. Porque nosotros nos distraemos. El reino viene en el PAN DE VIDA y tal ha de ser nuestra expectativa.
Ir alrededor de este fin cotidianamente es simple ¡y tan dificil para los hombres!

LA SUAVIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

Pensar en tí es lo que quiero. Para ello el pensamiento debe emerger de por sí sin el lastre de tantas noticias de las cosas. Pensar en tí es en primer lugar confiar en tu palabra y dejar que resuene  o bien siga resonando. Cuando tú dices: YO VENDRE A ÉL Y HARÉ MORADA EN ÉL yo me alegro y me dispongo a pensar hablando conmigo mismo. Me digo: el Señor me dice que vendrá. Me preparo a recibirte pero con esa dispersión que uno tiene entre las cosas que rugen alrededor.
¿Qué otra cosa me conviene sino tú? Cuando te digo: ven, en realidad me lo digo a mí mismo. Es como si dijera: soy yo quien nace al responderte, quien nace como persona, como lo que soy verdaderamente. Porque soy para mí mismo en mí cuando se despeja la atmósfera y recibo tu llamado y voy a caminar contigo. De lo contrario estoy pegado a las cosas efímeras y engañosas pues no tienen nada que ver conmigo pero me entretienen. Y tú esperas y yo me derramo afuera.
Por ello hoy quiero pensar. Ejercitar el pensamiento implica ir por el océano del ser, navegar POR EL PIÉLAGO DEL SER DE TODO LO FINITO EN SUAVE OLVIDO. Hay una suavidad en este olvido del olvido, es decir recuerdo del paraíso que tú nos has dado con la asistencia del ESPÍRITU SANTO, EL SEÑOR VIVIFICANTE. Pero el olvido del paraíso es áspero y escenario de la lucha que parece de imposible vencimiento, entre otras cosas porque nada se ve cuando las personas no se ven como tales en cercanía tuya. Y el olvido de este olvido es suave, pues tu yugo es suave y tu carga ligera.
Yo ahora te dejo mi yugo y tomo el tuyo para pensar con las alas del viento por más que me desagarren las personas que yacen en el dominio de las cosas.
Por eso me propones tu venida: porque tu Espíritu está dado ya por el Padre y por tí. El Padre se goza en la plenitud feliz de sus hijos y yo le repito: VENGA PADRE TU REINO Y HÁGASE TU VOLUNTAD.

EL DÍA DE LA SANTIFICACIÓN

Todo lo que he alcanzado a saber sin tu cercanía se diluye. Que tú estés cerca es mi pedido en tu nombre. Yo te pido lo que has ofrecido y yo he recibido. Mas mi hoy no se fija en tí que eres hoy para mí. Hace unas pocas horas te he recibido en la EUCARISTÍA ¿Por qué le doy tan esporádico valor? Ya estás en mí y yo debo hacer algo permanente con ello. Me resulta increíble mi incredulidad. Aquí estás dentro mío y yo no estoy dentro mío sino en mis zonas periféricas. Ajústame a tí, como dijo Agustín. Si no te pido lo que me das no recibiré el fruto. Y es: TENÉIS POR FRUTO LA SANTIFICACIÓN POR FIN EMPERO LA VIDA ETERNA, DIJO PABLO.
Hoy es el día de la santificación: la INMACULADA CONCEPCIÓN.
Es tal el don que nos has dado que no podemos gastar ese tesoro. Nos ve el Padre como santos en tí y tú Señor Jesús y el Espíritu que nos has dejado nos santifican.
Eso pido porque ya ha pasado mucho tiempo y si las cosas frenan la persona, yo mismo que te respondo te repito aquello de: VEN A CAMINAR CONMIGO. 

LA EXPERIENCIA ES CAMINO

¡Ah qué libertad en este espacio! Ya no hay mundo, disputa, partidos, grupos, divisiones. Estás tú y cada uno de nosotros, personas. No llamándonos "todos" sino personas, rostros o imágenes tuyas. Para ello te hiciste signo humano de Dios,revelador de quienes somos. Y si no te ven así yo sí te veo, siento y experimento. Aquí en mi valle, hoy ya invadido por el ruido de motores y técnica donde sólo queda la sierra, quizás por ahora, porque ya buscarán derribarla algún día.
Pero tú eres la verdad y la libertad. No pueden borrar ya tu rostro que está "dibujado". Otra vez Juan de la Cruz:
                                       ¡Oh cristalina fuente,
                                       si en esos tus semblantes plateados
                                       formases de repente
                                       tus ojos deseados
                                       que tengo en mis entrañas dibujados!

Te he visto y te veré más aún cuando aparezcas plenamente y me conoceré. Ahora en la fe te veo y en la caridad te tengo. Esto es explicación. Mas la experiencia es propia. EX-PER-IENCIA.

TÚ ERES EL CAMINO Y LA VIDA

Pasar es una apariencia cierta pero nos golpea cada nuevo día inexorable. Comprendo cómo tú que eres el fin necesario de lo que pasa pues eres el comienzo tambien hayas querido acompañarnos en el estrecho camino de los días. A quien te busca en él te brindas como acompañante y haces que su corazón arda. Ahora que todo está explicado y conocido y que tú solo ya eres nuestro tesoro ¿Qué nos importan las discusiones y cuestiones teológicas si nos has llamado amigos? Y tenemos esta perspectiva:
                                       LA BLANCA PALOMICA
                                       AL ARCA CON EL RAMO SE HA TORNADO
                                       Y YA LA TORTOLICA
                                        AL SOCIO DESEADO
                                        EN LAR RIBERAS VERDES HA HALLADO

                                       EN SOLEDAD VIVÍA
                                       Y EN SOLEDAD HA PUESTO YA SU NIDO
                                        EN SOLEDAD LA GUÍA
                                        A SOLAS SU QUERIDO
                                        TAMBIÉN EN SOLEDAD DE AMOR HERIDO

Ya está todo consumado y nos queda el goce de tu presencia. Llamar a esto mística es etiquetar y dejarlo por lo mismo es una locura como abandonarte a tí que nos brindas tu amistad       

ME CONOCÍ RESPONDIÉNDOTE

Creo que quien esto lea se percata que es a Tí a quien hablo y que ejerzo mi derecho a responderte y dejar atrás toda metafísica y sobre todo toda estúpida rebeldía contra ella. Aquí estoy abriendo cuando llamas y pidiendo cuando tú pides que pidamos en vista de encontrarte realmente hoy y aquí.
Tú eres y yo soy. No sé más que lo que tú mismo expresas del Padre, del Espíritu que envías a enseñarnos. Me conozco a mí hablando contigo, es decir me conozco en Tí que dijiste: YO SOY QUIEN CONTIGO HABLA. Hace tan bien todo esto que debo concluir dándote gracias por corresponder a tu llamado sin poder comprender cuando y cómo y porqué me separé de Tí.