Sentí que el habitar
es tu llamado
a ser, estar y a
conversar contigo
Llevábame el
Espíritu a tu lado
con otros que
buscaran al amigo.
Los hombres gastan
vidas hacia fuera
dejando aparte la verdad primera.
Arrástralos de grado
este torrente
de la invasiva vida
cotidiana
que llega a ser
medida de la gente
de espaldas ¿para
siempre? a la campana.
Quisiera sin embargo
entrar al claro
del ser que es
impensable y que es tan raro.
No obstante
persevero ahora hablando
contigo y te haces
íntimo y visible
y entonces heme aquí,
estoy contemplando
lo que parece de por sí inaccesible.
El pensamiento
acerca lo lejano
y se diluye el manto
cotidiano
Así en la cumbre el
sol derrame el oro
en serenísimas
laderas solas
que ocultan
evangélico tesoro
de paz en donde
mansamente asolas
a aquel que sube
claros escalones
por bienaventuranzas
con sus dones.