VOLVER A VIVIR

Amigo de los tuyos te llamamos
usando el privilegio que ofreciste
Nosotros sin mas trámite te amamos
correspondiendo al toque que nos diste.

El corazón  hablando se desliza
en esta noche nuestra concentrado
buscando el sacrificio de la Misa
por recibir la gloria de tu estado.

La fuente que has abierto nos da aliento
y salta con belleza hasta tu cielo
dando alas al ligero pensamiento
y fresco toma al aire de su vuelo.

Por mis cercanos ruego y tú bien sabes
a quien salud del cuerpo a quien del alma
le des pues son pequeños y son graves
las amenazas: cura, salva, encalma

el mar de la existencia procelosa
y deja que rezando tras ti vaya 
como antes cuando niños en la hermosa
visión del valle donde el habla calla

hablando nuestras sierras azuladas
y el río repasaba sus lecciones
de paz del tiempo pleno en las doradas
tardes que acopian puras emociones.

¡Que allí te encuentre y me recibas!
Es tiempo que recobre la morada
que ya no viva yo y que ya tú vivas
en mí como cuando era casi nada.

MUERTE DICHOSA

Si vemos lo que pasa no te vemos
y vemos cosas tristes cada día
si a ti te vemos ya con alegría
tenemos vida porque en ti creemos.

¡Oh dime ahora cómo mantenemos
tu rostro en nuestra mente que solía
mirarte cuando aún nadie se moría
sino lejanos que no conocemos.

Y a ti te amamos en la cruz muriendo
¿por qué escapamos tan horrorizados
de cada muerte? Ahora estoy huyendo 

como San Pedro ¡Oh somos amados
y yo cobardemente desatiendo
mi muerte do estaremos congregados! 

MAS Y MENOS

Te pido agradeciendo mis pedidos
puntuales dando paz entre temores.
tu sabes ir graduando los dolores
de nuestra pequeñez: Señor hundidos

en este cosmos solos y perdidos.
Mirando agujeros  sólo horrores
tenemos mas leyendo los honores
que ab aeterno nos tienes concedidos

viajamos hacia ti por ti creyendo
con una nave de esperanza llenos
en nuestra propia esfera poseyendo

los días de la creación muy buenos.
Pedirte ayuda débil aún pretendo
más fe y de lo demás ¡Oh dadme menos!

TE TENGO JUNTO AL RÍO Y BAJO EL CERRO

¡Señor y Dios mío parece que estamos
tan lejos tan lejos sin ver tu perfil.
cual es ignorarte entre tanta riqueza
de cosas humanas que abruman sin ti.
Te busco al tenerte y extraño el camino
que se hace sendero y se pierde en el fin
precioso infinito y muy simple y sereno
 se llega llegando y la estancia es feliz
No bien te recuerdo en mis días dorados
junto al Panaholma en su suave desliz
se me abren los cielos pasando las garzas
tan blancas y rítmicas sobre el añil,
te siento cercano y vibran las cuerdas
y soy verdadero y estás hoy aquí.
Por eso te pido pues tú me pediste
en el tiempo pleno lo que antes pedí:
la paz en familia, salud de esa madre
y al fin de la vida el saber bien morir,
palpando la eterna entre bellas virtudes
al pie de mis sierras junto al Champaquí.