NOS TOCASTE EN LA CARNE

No puedo respirar con la pureza de antes
cuando una vez y otra conmigo te sentí
en días de mi Villa gloriosos de diamantes
de plenitud sagrada donde feliz me vi.

Es claro no te muestras y en noche me has dejado
sin triunfos y en fracaso y hundido en el temor
luchando inútilmente a mi ilusión atado
mostrando que es la nada lo que hay en lo exterior.

Pues todo se disipa y se cae de las manos
si oímos las historias de lo que sucedió
a tantos hombres buenos que en tantos tiempos  
                                                                 vanos
el odio y la ceguera atroz martirizó.

Es arduo que creamos al ver tanta matanza
me pongo yo a tu lado te veo solo en cruz
sintiendo ajusticiado aún desesperanza
quitándote la gloria tú mismo que eres luz.

Me sacas de los gustos que daba tu presencia
para que así comparta algún simple dolor
y que fracase en cosas que daba tu asistencia
mas no me falta amarte ¡me estás dando tu amor!

Y clamo por quien sufre y pido aquí a tus santos
que pidan por enfermos que aún deben sanar
por tu misericordia que aquí ha sanado a tantos
que tú tocaste entonces en tu bendito andar.

  

SITUACIÓN DE ESPERA

Te digo yo Señor lo que me dices
que soy tu amigo y tu peticionante,
tu cercanía me hizo un bienandante,
un nuevo caballero entre Amadises.

Ahora es que me enfrento a días grises
parece que no tengo por delante
una aventura célebre y brillante
ni veo el maná ni aquellas codornices.

No voy hacia la tierra prometida
¿o estoy tentado a no aceptar la nada,
la noche que me ha sido concedida?

Si tú por fin harás en mí morada
y yo tendré mi lámpara encendida
daré mi situación por bien ganada.

FINAL FELIZ

Érase una vez cuando me sonreía el cielo
en tardes y mañanas y lo veía fluir
e iba hacia el horizonte en decidido vuelo
que no pensaba nunca que podía morir.

Volar en el espíritu a vista de la idea
fue impulso del maestro en tiempo juvenil.
Veníamos del campo u hogar de la Odisea
y todo se fundía en ámbito sutil.

Allí me habías llamado con la samaritana
debajo de mis árboles que con pasión planté.
"Yo soy contigo yo hablo, no habrá ya otra campana
que escuches en el mundo sino la de la fe".

Salí fui a la enseñanza dejando soledades,
henchido de los montes de espeso jarillal.
Dejamos enterrada una de dos mitades
y así nos falta entero aquel algarrobal.

Aquel que nos rodeaba con fieles animales,
delicia en pocos años que por todos valió,
bullían en las sierras  los puros manantiales
que suenan en mi alma y el tiempo concertó.

En versos de poemas como estos de Lugones
que fluyen esta noche ansiosos tras de ti.
Tú sabes porqué oro: son arduas peticiones,
coronan las que todas ya entonces te pedí.

Ahora corran aguas del río de la vida
que vuelve hacia el origen en su bello desliz
y vuelva con mi esposa a aquella su "manida
en soledad sonora" y en plenitud feliz.

TU PRESENCIA

Dolorosa es la Virgen, doliente es el Hijo adorado
y nosotros adentro "a la vista del ponto infinito".
A la espalda está el mundo que es torpe que es ciego
                                                   al espíritu.
A la luz de su vuelo avanzaba hasta dar con tinieblas.
Si serán las de Pascua hoy espero librarme ya al verte
en la paz, cercanía preciosa que un día he tenido.
Pues es cierto que aquí la he gozado en primicias con                                                                  con ellos:
con mis hijos, mi esposa en el río y la sierra morada.
Cuando tú nos llevabas girando en un tiempo 
                                                                   sagrado:
prefiriendo cuaresmas y pascuas de cielos abiertos.
Ya que aquí los otoños son raros veranos dorados
que se estiran profundos, despiertan al alma a su 
                                                                       vuelo.
Solo pido que quites el "no" que amenaza tan bella
amistad que nos brindas y ahora gozamos, el "sí" 
                                                            pronunciando.
A que amemos nos mandas nosotros pedimos 
                                                              presencia.

LA MORADA

 Con rosario en las noches serenas rezaba
y las cuentas estrellas han sido y luego misterios
dolorosos después de gozosos y al fin los gloriosos. 
Mas ahora te busco a ti solo a fin de que salves
caminando conmigo a los niños de joven familia
acosada, tú sabes y más no querría expresar.
Sólo digo que vengas de nuevo a mis sendas perdidas
y preguste de amigo tan suave presencia vivida.
Me desvía el oscuro asechante y mis propias pasiones
le han servido de pábulo, nada me importa si vuelves
al sendero que anduve en los tiempos de mi maestría.
Así ahora te aguardo Señor de mi vida y no espero
cosa alguna sino lo tú hayas dispuesto:yo te amo.
Y lo digo pues tú lo dijiste y así soy morada.

OBSTÁCULO CRÓNICO

Los días interiores van al paso 
hacia la Pascua como nubes suaves
por el silencio de las viejas naves
del mar de Homero de broncíneo ocaso.

Ya no como como antes con su luz me abraso
pues llegan días cada vez más graves.
Debo pedir que desde ahora acabes
con el obstáculo y feroz retraso

que ha mucho tiempo logra el enemigo:
como es, tú sabes, pues lo has expulsado
y mucho has caminado tú conmigo.

No pude conservar en mismo estado
a nadie y la mujer que en ti bendigo
es blanco de él: como Eva es lo atacado.

DÍAS INTERIORES VIENEN

Volvieron ya los días otoñales,
el año ha ido corriendo hacia lo mismo
huyendo de la nada del abismo
el cual nos contamina con sus males.

Es cierto que nos llueven a raudales
tras la erupción se nos anuncia el sismo
mas en el mundo prima el exitismo
y se programan fiestas y mundiales.

La Pascua con la cruz será cubierta
con múltiples veloces vanidades
mas tú has dejado ya la senda abierta

al cielo de los cielos,las bondades
de campos, montes, ríos son la puerta
para que les des tú interioridades.

HOY ERES

Escribes en mi mente tus palabras
y resplandece la verdad que me hace
ya libre y soy yo mismo mi persona
enfrente tuyo a cara descubierta.
De gloria hacia gloria en esta noche.
Crepita el tiempo entre la paz del campo
surcado por arroyos que descienden
desde los altos montes solitarios.
Tu mano me sostenga como ahora
y sane a aquella madre por quien oro.
Son dulces mis palabras porque te hablo
a Ti Señor de mi alma que te hospeda
Hoy la haces alma y en la paz es tuya.
¡Querría que mis prójimos te tengan
en la profundidad de este momento!

PACIENCIA EN LAS TRIBULACIONES

Es necesario que ahora se abra el cielo
pues no soporto tal encerramiento
al ver la realidad: a Esteban siento
cercano y pido aquel real consuelo.

A ti Señor únicamente apelo
y debo presentarte mi lamento
de no poder vivir más ni un momento
sin tu asistencia ahora en este suelo.

No basta ya el saber, la pura ciencia,
¡tan fuerte me sentía al enseñarla!
Ahora ya requiero tu presencia.

Te pido que me lleves para hallarla
a aquella ermita lleno de paciencia
Espero al encontrarte allí encontrarla.

YO LO HARÉ

Señor habrá pluralidad de cosas
mas una sola has dicho necesaria,
la oferta en tantos géneros es varia:
son pétalos caídos de las rosas.

En ti se encuentra todo en primorosas
moradas como Verbo en unitaria,
eterna transparencia existenciaria
del ser. Nosotros como mariposas

en día cósmico hasta aquí aleteamos
y sin saber haciendo fenecemos
sin ver porqué hemos sido,  adonde vamos.

Con poca fe hoy en ti algunos creemos
mas con debilidad y cuando oramos
por quien podría morir sin fe lo hacemos.

Milagro hoy yo te pido
y tiro flechas como aquel salmista
al cielo para que el favor me asista.
acerca de una madre: es un pedido
basado en uno tuyo: que pidamos,
aquellos que te amamos,
en una circunstancia definida
en donde se requiere de una vida
que debe de alargarse
para cuidar sus hijos y un marido.
Le has dicho a la mujer samaritana
que pida de tu agua y que a su esposo
al solitario pozo
conduzca estando sana.
Yo a ti en este recuerdo me dirijo
golpeo llamo pido y atormento
al juez injusto mas por ti me rijo
con menos fe que bello pensamiento:
que tú lo harás lo has dicho en claro verso
¡lo amé en buen tiempo que hoy se ha vuelto adverso!

QUE SE ALARGUE UNA VIDA

¡Cuan dura nos resulta nuestra muerte!
Por más que necesaria la veamos 
que tú fuiste a buscarla tras los ramos
rompiendo el muro y venciendo al fuerte.

Hasta lo cruel fue bello, hasta lo inerte
de tu bendito cuerpo: hasta hoy estamos
diciéndonos: queremos ir y vamos
detrás de tu pasión, amando al verte.

Pero el salir por una puerta ciega,
el dulce amor de una pequeña vida
y el salto en un vacío que la niega,

absurdo, oscuro es pésima partida
-no es como la del trigo hermosa siega-
para una joven madre ahora herida. 

SONATINA DEL CONSUELO

No hay algo de tu reino que se vea
sino lo que nos das a que sintamos
internamente a veces cuando amamos
y tú haces que posible así esto sea.

Pues no amaremos nunca al alma fea
deforme por pecados, no elogiamos 
sino es la gran virtud que contemplamos
y nadie la tendrá que en ti no crea

y en ti y por ti reciba tu figura
humana que es humilde al ser divina.
El alma debe hacerse mansa y pura,

morada tuya delicada y fina
y así alcanzar el fin de la criatura
¡Y no es soneto ya esto, es sonatina!   

LA SALVACIÓN DEL PAN

Se escuchan más que guerras, genocidios
del alma, de la paz de la morada.
Los hombres navegando hacia su nada
 aplauden los morales homicidios.

Exigen que ya se abran los presidios
y toda pena sea rebajada
y toda norma sea liberada
y penas se autoinflinjan en suicidios.

Así Eros, Thánatos de Freud caminan
de la jornada como vencedores,
la fuerza la detentan, determinan

los instintos, pues ellos son señores:
desde hace cierto tiempo artistas minan
el campo de sus ya consumidores.

Y todo esto es así y ha estado siendo
al proclamarse cien revoluciones
con ciencias y con técnica en regiones,
sistemas todos de entes produciendo,

que más y más así van sucediendo
potentes en sus mil evoluciones
sin forma de ponerle contenciones,
progreso es irse más automidiendo.

Y va esto y va sin pausa y con gran prisa
se anuncian cada día novedades
si hay llantos se potenciará la risa

pasando y traspasando las edades.
No sé que irá a pasar con nuestra Misa:
pecados ni se nombran ni impiedades.

¿Está en tu mano esto Señor? Sin duda:
en ti como personas compartimos
tu ser eterno y nunca merecimos
tenerlo, mas Dios basta y no se muda:

Antes del cosmos sin materia ruda
en tu concepto íntimo existimos,
viniendo de la nada no lo vimos
y ahora lo heredamos con tu ayuda.

Es mucho ser en ti si comparamos
la vida universal y transitoria
que tanto por ser nuestra valoramos.

Pero su ley es  conculcar la historia
Te vemos en la cruz y en ti confiamos
en que nos lleves en el pan de tu memoria.

TU MANO

Nos da el oírte el súbito consuelo 
resucitamos con la gracia y vemos
la imagen de tu rostro ahora al menos
en la profunda fe que rasga el velo.

Detrás de ti nuestra alma va de vuelo
con el amor que ahora poseemos
al recibir tu Espíritu y rompemos
dominios que nos atan cuyo celo

está en lo psíquico y su encerramiento.
Por eso requerimos de tu mano
en cada día y en cada momento.

Es grande el peso y mucho lo que es vano.
¡Oh crece desde fuera impedimento
para nutrirse de lo íntimo que es sano!

PARÁKLESIS

Te conozco y ahora no te siento,
quisiera y necesito tu consuelo,
tu luz para aceptar continuo duelo
y darle algún sosiego al pensamiento.

No deja dura lucha ni un momento
y no regresa al delicado vuelo
cuando le dabas delicioso anhelo
de contemplarte ya entre nube y viento

en tardes y mañanas de vacancia
¡creía ya tocarte un poco en ellas!
y siempre acariciando la honda estancia

en la verdad del ser entre las bellas
cosas de la divina y tierna infancia
y las de joven bajo las estrellas.

EL TIEMPO PLENO

¿Qué harás Señor conmigo en estos días?
Tú sabes que te amo, todo sabes
y en ti he enseñado a mis alumnos suaves
y sólo creía hacer lo que querías.

Pensaba que tus cosas eran mías
las nubes en la tarde como naves
los árboles, los montes y las aves
el tiempo en retornantes melodías.

Parece que alguien me las ha quitado,
pagar debía con verdad la prueba,
perdiendo así lo que me habías dado.

te pido que conserves lo que lleva
veinte años de oración y que el pasado
no se desprenda y sea vida nueva. 

CUARESMA NECESARIA

Cuaresma ya nos cubre de dolores
rezando de tu madre aquellos siete
la espada en las entrañas se nos mete
y humanos nos volvemos y mayores

en realidad, dejando los fulgores
del mundo pues son signo de la LETHE
soberbio olvido técnico del cohete
"No hay Dios allá" se dijo en los albores 

de la austronaútica y luego se venía
soberbia tras soberbia y la ignorancia
fatal de creer saber. Tu faz lucía

clavado en esa cruz: desde la infancia
supimos que tu muerte deshacía
la muerte y nos llevabas a tu estancia.