Se rasgan
las galaxias, diz la ciencia:
entre ellas
somos nada comparados
Y sin
embargo estamos tan dotados
para
saberlo ¿no es la autoconciencia?
La ciencia
vi en mí mismo, en mi conciencia,
en días
magistrales delicados:
hoy quiero
que no sean olvidados,
del
espíritu requiero transparencia.
No sigo de
este mundo el ciego vuelo
que va con
el big Bang: ¡y van seguros
los sabios
sin buscar en ti el consuelo!
¡Oh
necesito aquellos días puros:
Espíritu en
mi espíritu era el cielo!
Hoy veo que
eran dones prematuros.
¿Por qué lo
he menester ahora mismo?
Pues he
luchado por hacer visible
el claro
que se abría: ¡es invisible
mas era en
general el catecismo!
No existe
en la cultura del abismo
do el orden
se volvió cosa risible
junto a la
vida eterna inamisible,
con mucha
erudición, la del cinismo
francés e
inglés que contagió al germano
Y ahora
hasta los niños han perdido
su
condición angélica y su mano
es
tecnológica: Señor te pido
el cambio
de lo enfermo hasta lo sano
y que
endereces, manso, lo torcido.
¿Por qué es
que queda todo en el suspenso
y no te
vemos aunque estés presente?
Habemos
menester que dulcemente
en el azul
morado espeso y denso
nos entres
por la puerta al prado extenso
de la
belleza, atravesando el puente
que deja
atrás el ruido de la gente
bajo el
amparo del caldén intenso.
Entonces
aguardando y arrasados,
activos
contemplando tu aquiescencia
de la
amistad celeste en la presencia
ya dicha,
nos sentemos confirmados.
No estemos
a mitad de este camino
sin ti y
con ideas bellas solas:
estémosnos hablando,con
el vino
bien
rebosante como suaves olas
sobre la
faz del suelo de oro fino
mientras se
van blanqueando las estolas.
¿Qué
haremos con aquellas que ennegrecen?
Abajo están
del monte adonde invitas
buscando
soledades infinitas:
allí donde las
vestes resplandecen.
Artificiales
luces aquí crecen,
candilejas
que exaltan las finitas
salientes
que son estalagmitas
o títeres
de circo que se mecen.
Son fuertes
las medidas son instintos
que no se
curan más que de ejercerse
y no se
curan que han de ser extintos
a poco de
gozar sin trascenderse
en los
dones de la bondad, sucintos
por las
virtudes dignas de aprenderse.
Te ruego
que me des si es el destino
el recibir
la muerte prematura
en contra
de la pródiga natura,
las conversiones
al querer divino:
en la
doctrina de Tomás de A quino
en su
pensar que fluye con dulzura,
qué todos
desviemos a la altura
el corazón
surcando el éter fino.
en este
valle donde manso encierras
el ritmo
del perdido paraíso
delante de
estas inefables sierras
corona suya
que hacia el cielo es friso
del templo
de estas bendecidas tierras
¡y seamos
niños como el Padre quiso!
Te pido en
tanto entre milagros tantos
El nuestro
pues nos has a ello invitado
Y tanto tu
decir lo ha subrayado
Que aquí me
pongo a hacerlo entre tus santos.
¡Oh sí, me
adjunto orando a muchos llantos
de modo que
me encuentre así inundado
Y sánala y
que sea manifestado
aquí el
querer del Padre entre los cantos
de
bienaventurados en el cielo
aquí en la
tierra y nazca el gozo
interno,
oculto en tu bendito suelo,
adentro de
tus sierras, de rebozo!
En el
origen de mi río voy de vuelo
con limpio
padrenuestro esplendoroso.