LAS TRES PALABRAS

Quisiera que hubiera otros
pero estamos solos
tú y yo.
Cansado estoy
ya muy cansado de discutir teologías.
Las simples bellezas que me das cada día
valen por mil disertaciones.
Las hojas que brotan y las pocas flores
que tengo en mi jardín 
valen más que cien reuniones
donde se habla de tus cosas.
¿Se habla de ti acaso?
Y tengo pocas flores y poco sé de ellas
pero poseo bastantes razones.
¿Qué si no te tengo a ti?
No te siento presente porque no te busco
en las brisas que mueven las devotas ramas
bajo la constancia de estos árboles santos.
No sé qué me impide llegarme a tu cercanía
en las tardes y mañanas del paraíso.
Aunque lo sospecho:
es el maldito futuro,
es el engaño del enemigo seductor.
No hay nada allí,
es una palabra que no hace pie
es un vuelo sin alas
es un anhelo de cosas que nada resultan ser.
Porque tú eres hoy
y las cosas no son fuera de ti
ya que son en ti y para ti.
Basta ya de mirar hacia lo que no es:
tú eres y me hablas
las flores  primaverales que son efímeras
sin embargo en nada tienen su corta existencia
¡ellas florecen y son en la belleza que es eterna!
Tráeme a tu día Señor de la gloria
desde mis días vacíos
y llenos de tantas cosas.
Si me traes a tu cercanía
tendré paz en la PARAKLESIS,
PARAMYTHÍA Y PARRESÍA

DIMAS

Señor tenemos el amor que enviaste
           lo nombro 
mas no he sido digno hasta ahora
de amar con su fuego.
Tinieblas se abaten, temores, horrores
por quitarnos el gozo, la paz, la justicia.
Se ven por doquier los fracasos
que intentan quitarnos 
lo que tú nos has dado
de forma tan costosa.
No lo permitas
por más que tengamos contigo
que decir:
Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado
La belleza de cada palabra que has dicho
nos forme una casa donde
reposemos 
en las noches que habremos
de pasar mientras vamos a ti.
La dulzura de oírte traza en mi alma
el semblante tuyo
¡Que nada lo borre en este momento!
Lo sabes: no tenemos adonde ir
sino a este día eterno que has abierto
para quien te acompañe
como el buen ladrón
cuya voz suena ahora en mis entrañas.

NADA SOY SIN TI HOY

Estoy cansado de pedirte cuando
me quita fuerza para estar contigo
correspondiéndote como un amigo
y estarme entonces al amado amando.

Te pediría sí el estar bogando
por este mar dejando al enemigo
atrás y así encontrar el dulce abrigo
de tu morada, el rostro contemplando

de la verdad inmóvil, permanente,
abandonando el aire que te niegue
volviendo desde el alma hasta la mente.

Y "que me pierda en el azul repliegue
de tus montañas" lejos de la gente
aunque contra esto el mundo entero alegue.

EL FIN ES EL PRINCIPIO

Sí: te hablaré, Señor, con alegría

por más que hoy esté triste y temeroso

hablarte y responderte hoy es hermoso

en medio de palabras sin valía.

¡Cómo declaran y con qué energía!

Nosotros somos jóvenes sin bozo

y ellos son barbados sin reposo

entre intrincada impersonal palabrería.

Preservannos Señor en tu morada

haz que habitemos en sosiego al lado

tuyo mirando tu palabra alada,

atravesando cada tarde el prado

en busca de la sierra iluminada

buscando el fin del verdadero estado.

CONTINUACIÓN DEL ROMANCE

que penetra en las entrañas

y beatifica su lecho

el del hombre do encarnara

como barro predilecto,

que se expande entre las sierras

y luego explica el lucero

La profundidad nocturna

Cuando el cielo de los cielos

 ofrece sus infinito:

simple acto de amor sin velo.

Aquí cubiertos del mundo

 Gozar de ello no podemos

pues todo está confundido

y ensuciado el sentimiento.

Fácil se arruina una fiesta

si interviene algún perverso

Pocos se acercan al claro

y se abrazan al sosiego

Entonces no pueden pensar

pues los mide lo diverso

que va pasando sin pausa

y en la prisa va creciendo

Mas aquí en tras la sierra

hay un altísimo aliento

que los cóndores conocen

con sus plumas en sus vuelos

Y siempre suena la misa

de José Gabriel Brochero

y es arte en latín antiguo

y Dios allí se hizo nuestro.

EL ALIENTO DE MI VALLE

Atravesando estos aires

de las sierras de Brochero

el alma se beatifica

como preludio del cielo.

Una sutil espesura

morada nos va cubriendo

y más y más nos incluye

en luminosos silencios:

Un rancho y diez espinillos

un algarrobo paterno

junto al río Panaholma

quien por venir de bien lejos,

de sus montes escondidos,

sabe acercar bien los tiempos

por su fluencia pausada

en recodos de su lecho

y unifica los instantes

en armónico concierto

de azules verdes y blancos

animados por los vientos.

Quien cruza en sus soledades

como imagen de lo eterno

estas tardes y mañanas

del paraíso propuesto.

Yo lo he gozado por gracia

en inocente momento

y siempre lo estoy buscando

en la plenitud del tiempo.

Cuando me hubiere dejado

de perseguir el viento,

-vanidad de vanidades-

y me concentrara en esto:

en estarme en este hoy

escuchándolo al Verbo

que destila entre los montes

su inefable pensamiento

CUANDO NO ERA YO

Amor nos tienes y en la cruz lo muestras

Nadie podría aquí desconocerlo

Róbame alma

Sé que lo has hecho y que con tantos haces

El corazón tocaste como un arpa

Róbame el alma.

La santidad te pido oh Padre nuestro

para tu gloria, ya que me has llamado

Róbame el alma

Cuando los días pasan se va el día

Cuando tu moras se hace eterno y vivo.

Róbame el alma

Cuando tan suave allí llegó el ocaso

Y entre las aulas tú nos enseñabas

Robásteme el alma.

HOY EL CURA JOSÉ GABRIEL BROCHERO

 LA MISA DE LA VIRGEN QUE REZABA EL CURA

Cuando es  amor, amor se va acendrando

pues se abre a la palabra que lo dice

y que en la cercanía nos bendice

y aquí en mi valle amor va destilando.

Yo cada día a ti te tuve cuando

la tarde se acentuaba y quise

que el aire nubecillas suaves rice

mientras te voy sin prisa acompañando.

No bien voy a la Villa de Brochero

se enciende el alma ante la faz de Achala,

la misa irradia, que en su día postrero,

rezó él en su latín y copia el ala

de blanca garza en este río austero

que sigue el ritmo claro de su gala.

SAN JUAN DE LA CRUZ ME LLEVA

El tiempo pasa solo indiferente

si no estoy lleno de esperanza buena

y si el amor me falta en gracia plena

y te contemplo en fe en este presente.

Estoy odiando el paso pues mi mente

se encuentra distraída y me da pena

al no volar en busca de la cena

“que recrea y enamora” al frente

de tu presencia en esta noche mía

“por la secreta escala disfrazada

y en silencio que nadie me veía”,

el alma espiritual enamorada,

ya en plenitud, “sin otra luz ni guía

sino la que en el corazón ardía”

REINA DE TODO LO CREADO

¡Oh madre cuánta gracia vi en el cielo!
Discípulo de Esteban, que vio el claro
abierto ante sus ojos. Si fue raro,
profético, no fue sino el consuelo

de quien lo vio en la fe y después en vuelo
vio al Hijo y tuvo en el martirio amparo,
de mártires primicia, prenda y faro.
¡Oh madre cuánta gracia vi en el suelo!

Cual reina, allí, yaciendo y contemplando
al niño, que en los brazos sostenías
y lo adorabas, doblemente amando.

Pues era tu hijo y Dios a quien veías
y estás así sobre ángeles reinando
sin hiato en cielo y tierra do yacías.

EL REMANSO

No quiero hoy olvidarme desde donde
diriges tu palabra en que nos dices
quien es la madre y qué es lo que bendices:
la intimidad que muestra y que no esconde

la verdad pues nos mandas que se ahonde
en Dios así y te envió a que lo autorices
delante de tu madre y que los grises
de tantas teologías escamonde

San Juan, poeta claro del remanso
en la verdad del ser: ¡guardó a María!
Y ha recibido en su morada al manso

que el ícono primero pintaría:
San Lucas que al pesebre hizo descanso
de Dios y universal hospedería.  

LLAMADOS

Me estoy fijando en ti crucificado,
en ti que eres el ser y en la palabra
lo comunicas ya multiplicado
a innumerables seres y que se abra
la persona en cada uno el rostro tuyo
Por eso en cruz al verte el mío intuyo.
Es increíble que esto haya pasado
¿debió pasar a fin de que veamos
cuan arduos son la grima y el pecado
que constituyen a los seres? Vamos
a vernos en tu faz, en ti llamados
surgiendo de la nada y luego amados.

LA VERÓNICA

¿Qué mérito será comer tu cuerpo?

¿Cómo ignorarlo?

Si tu lo ofreces y es Dios quien hace esto.

Al contemplarlo en esta tarde me parece

que nada existe frente a ti y tu sacrificio.

No hay nada en ella se deshacen

las cosas, en tenaz agujero negro.

Estás tú solo en cruz clavado

Diciéndole al ladrón algo increíble:

“conmigo tú estarás

en esta tarde, en mi propio paraíso”.

 Creo que fue a mí a quien lo dijiste

aquella tarde que lo oí por vez primera.

Esta tarde estarás conmigo en el paraíso.

Nada queda en todo el universo: tú en la cruz

y detrás veo la sierra en una llama de amor viva. 

MAGNIFICAT ANIMA MEA DEO

Sí, te tengo Señor pues cerca he estado
por tiempos de tu madre dolorosa
me ha sido ya en su templo tan hermosa
y mucho me ha acogido ella a su lado.

Sabemos y ya lo hemos comprobado
con Dante y con Berceo que no hay cosa
que no atienda una madre presurosa
si atañe a un hijo muy necesitado.

Nosotros somos muy menesterosos
de Espíritu y por eso él ha venido
y así nos da el amor, la paz, los gozos

para tenerte a ti en mi casa en prometido
rarísimo hospedaje sin embozos
cantando con su canto estremecido.

VACATE ET VIDETE QUONIAM EGO SUM

Me llamas y te hablo en consecuencia
si soy, soy al hablarte poetizando
Pues tú que eres el ser me hacer ser cuando
me pides que te pida en tu presencia.

Y más acá ahora estoy de toda ciencia
la cercanía íntima buscando
como los mansos Juan y Andrés morando
contigo aquella tarde en su inocencia.

Desde ese entonces es la tarde estancia
remanso en la verdad del ser que invita
a ver, morar, del tiempo intensa instancia

que en la simplicidad se ha infinita
pues ya que tu eres ve así: en la vacancia
y en el silencio el júbilo nos grita. 

NECESIDAD PERENTORIA

Te necesito mucho desde ahora
se vienen días de martirio intenso
la fe sustituirá a aquel "yo pienso"
por el "yo creo" donde el alma implora,

donde el espíritu sereno adora
tu cuerpo en el sagrario, extenso,
transubstanciado e íntimo e inmenso,
que en mí como en su casa ingresa y mora.

¡Cómo se necesita este alimento!
Las olas amenazan esta nave
que va con la virtud del pensamiento,

temo que la tormenta aquí la acabe,
tantísimos sufrieron tal momento:
yo pido tu consuelo manso y suave.

VUELVO A HABLARTE

          Si el puente de palabras se levanta
          el alma queda sola entre millones
          de cosas e individuos y de acciones
          y más y más las teme y aún se espanta.

          Clamor de "ojo por ojo" nos quebranta
          después de dos mil años con cimbrones
          del mundo terremotos y explosiones
          y vanidades que son fruto de esta planta:

          el árbol de la ciencia limitada
          que supo así en el bien el mal, la muerte
          la enfermedad absurda tan odiada

          y el destructor pecado. Tú al dolerte
          de nuestros males los bebiste y nada
          ha de quedar cuando podamos verte.