Recuerdo aquellos días ¿qué esperaba?
tenía lo que hoy engo: esta promesa
que llama en cercanía, esta nobleza
que del origen viene. Y contemplaba
en la serenidad lo que el ser daba,
llegando manso con delicadeza
en la palabra, más acá ya de esa
efímera inquietud que nunca acaba
Fue mucho tiempo el mismo eterno día,
mas densa en él se hacía la espesura,
la detención. Y el corazón ardía
cual nubecilla alígera en la altura
Y yo morar contigo en ti pedía
ya atardeciendo en la mañana pura.
tenía lo que hoy engo: esta promesa
que llama en cercanía, esta nobleza
que del origen viene. Y contemplaba
en la serenidad lo que el ser daba,
llegando manso con delicadeza
en la palabra, más acá ya de esa
efímera inquietud que nunca acaba
Fue mucho tiempo el mismo eterno día,
mas densa en él se hacía la espesura,
la detención. Y el corazón ardía
cual nubecilla alígera en la altura
Y yo morar contigo en ti pedía
ya atardeciendo en la mañana pura.