viernes, 2 de enero de 2015

TE TENGO JUNTO AL RÍO Y BAJO EL CERRO

¡Señor y Dios mío parece que estamos
tan lejos tan lejos sin ver tu perfil.
cual es ignorarte entre tanta riqueza
de cosas humanas que abruman sin ti.
Te busco al tenerte y extraño el camino
que se hace sendero y se pierde en el fin
precioso infinito y muy simple y sereno
 se llega llegando y la estancia es feliz
No bien te recuerdo en mis días dorados
junto al Panaholma en su suave desliz
se me abren los cielos pasando las garzas
tan blancas y rítmicas sobre el añil,
te siento cercano y vibran las cuerdas
y soy verdadero y estás hoy aquí.
Por eso te pido pues tú me pediste
en el tiempo pleno lo que antes pedí:
la paz en familia, salud de esa madre
y al fin de la vida el saber bien morir,
palpando la eterna entre bellas virtudes
al pie de mis sierras junto al Champaquí.  

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