Te contemplamos ya resucitado
y se halla nuestra mente alegre y plena
y no es que se elimine nuestra pena
porque el adverso está aún mas enojado.
El triunfo es lo más más envidiado,
ahora te pedimos la docena
de frutos del Espíritu: sea buena
la cosecha de paz: lo has enviado
a nuestra soledad y desamparo
¡oh llena los espíritus de gracia,
los cuerpos de salud! Y se abra el claro
en las familias, quita la desgracia
de enfermedad , sé Tú nuestro alto faro
porque este mar inmenso más se espacia.
y se halla nuestra mente alegre y plena
y no es que se elimine nuestra pena
porque el adverso está aún mas enojado.
El triunfo es lo más más envidiado,
ahora te pedimos la docena
de frutos del Espíritu: sea buena
la cosecha de paz: lo has enviado
a nuestra soledad y desamparo
¡oh llena los espíritus de gracia,
los cuerpos de salud! Y se abra el claro
en las familias, quita la desgracia
de enfermedad , sé Tú nuestro alto faro
porque este mar inmenso más se espacia.
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