lunes, 14 de noviembre de 2011

SER SANTO ES SER TU AMIGO

Vienen ganas de hablarte en medio de la noche pues no se agotan los temores y perplejidades. Tú sabes las pequeñas grandes cosas que me cercan. Tú sabes y creo que permanecen porque son reglas del juego. Yo temo y pido tú guía. Me maravillo de la doctrina es decir del orden de la ciencia sagrada y de su contenido que procede de las Sagradas Escrituras y pasa por los padres griegos y latinos. Hoy mismo enumerando los dones del Espíritu Santo veía la inmensa belleza de esta cordillera abandonada. Así ha de ser en una concordia discors: ha de darse lugar a los otros pensamientos y en medio de vanidades y particularidades que después han de borrarse.
Pero el autor de toda belleza eres tú Señor en la plenitud de la procesión de las Personas.
Yo quiero seguir alabándote como el salmista y pidiéndote asistencia contra los enemigos. Te pido orar, la gracia de permanecer en la oración. He hecho planes para cuando vuelva a poblarse nuestro monasterio de la paz. Y el plan de obedecerte: SED PERFECTOS COMO EL PADRE CELESTIAL. En ti, contigo y para ti.

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