Si a ti no te quisiera solamente
amar, seguro, a otros no podría
pues sólo tú eres el amado en día
eterno por el Padre en su presente.
Por eso te amo en mi alma y en mi mente,
por eso lo confieso y cumpliría
el mandamiento: así recibiría
tu amor, que es el Espíritu, su fuente
y en Él vendrías tú y tu Padre y nuestro
y entonces yo sería tu morada
así como en la cena has prometido
y no me faltaría en mi alma nada
Ahora, pues, te pido lo leído:
¿habitarías ya, interior maestro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario