Mi tiempo propio habías poseído
y andaba rebosante en mis espacios
llevado por tu voz y estremecido
a cada paso entre mis sauces lacios
pensando desde ti en un infinito
presente manteniendo los reacios
instintos del caballo al mundo al grito
y amando el recibir la paz del cielo
que va cayendo a gotas despacito
como en las cumbres suave el arroyuelo
salpica entre las piedras yerbas buenas
mojando al avecilla tras su vuelo.
¡Ah cómo entonces iba y anhelaba
no sé qué, que se alcanza por ventura!
Y aquello plenitud aquí me daba
¿Qué más tenía andando sin premura
si estabas tú a mi lado y yo creía
que andaba más adentro en tu espesura?
¿Qué más faltábame si te veía?
y andaba rebosante en mis espacios
llevado por tu voz y estremecido
a cada paso entre mis sauces lacios
pensando desde ti en un infinito
presente manteniendo los reacios
instintos del caballo al mundo al grito
y amando el recibir la paz del cielo
que va cayendo a gotas despacito
como en las cumbres suave el arroyuelo
salpica entre las piedras yerbas buenas
mojando al avecilla tras su vuelo.
¡Ah cómo entonces iba y anhelaba
no sé qué, que se alcanza por ventura!
Y aquello plenitud aquí me daba
¿Qué más tenía andando sin premura
si estabas tú a mi lado y yo creía
que andaba más adentro en tu espesura?
¿Qué más faltábame si te veía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario