viernes, 4 de julio de 2014

RECUERDO

Mi tiempo propio habías poseído
y andaba rebosante en mis espacios
llevado por tu voz y estremecido

a cada paso entre mis sauces lacios
pensando desde ti en un infinito
presente manteniendo los reacios

instintos del caballo al mundo al grito
y amando el recibir la paz del cielo
que va cayendo a gotas despacito

como en las cumbres suave el arroyuelo
salpica entre las piedras yerbas buenas
mojando al avecilla tras su vuelo.

¡Ah cómo entonces iba y anhelaba
no sé qué, que se alcanza por ventura!
Y aquello plenitud aquí me daba

¿Qué más tenía andando sin premura
si estabas tú a mi lado y yo creía
que andaba más adentro en tu espesura?
¿Qué más faltábame si te veía?














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