sábado, 4 de julio de 2015

LA MISA ETERNA

Nuestra vida pende de un hilo pero creemos lo contrario. Es una vida mortal que es como decir un agua que moja. Sin embargo obramos como inmortales y fingimos perdurabilidad.
Sucede que el ser obra en nosotros comprendidos en él. Y sentimos su fundamentalidad.
Frágiles somos biológicamente porque enfermamos pero no nuestro ser aquí.
Y nuestro ser se religa al ser y el ser es personal que sabe  quiere y obra. 
Él es un "quien" y nos elige antes de nuestra corporalidad cuya materia procede del cosmos.
Así el ser se devela como uno y otro quien. Hemos sido elegidos ante su rostros y para Él.
Obra Señor en quien está muriendo y llámala a contemplar tu rostro.

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