domingo, 7 de septiembre de 2014

¡SI MI FUE TORNASE A ES!

Parece raro que te hable con franqueza coloquial cuando eres el Señor del universo. Sé quien eres como Dios en la Trinidad de las Personas y lo supe desde un punto de la formación.
Pero siempre sentí tu presencia cariñosa  más adentro que mi persona  hablando consigo misma, sintiendo, desde niño.
En los tiempos de mi adultez te sentía a mi lado en mi magisterio como tantas veces he revelado. Y en los últimos agravado el ataque del demonio (tal cual lo revela Tomás en la Suma Teológica) y sus efectos divisivos, decepcionantes, contradictorios, calumniantes se me ha quitado el gozo de experimentarte a mi lado. Mas nunca he dejado de hablarte y corresponder a tu amistad.
Últimamente me he quedado ante la destrucción del hogar por el cual luché veinte años y por causa de la enfermedad tan temida. Por él te pido con clamor del corazón.
Y te hablo ahora y es el único consuelo que poseo (ya que nada ha resultado bajo la guerra que me mueven los poderes).
Estamos tú y yo. Nadie me lo puede quitar. Tú me dices: YO SOY QUIEN CONTIGO HABLA. Y yo te respondo: HABLA QUE TU SIERVO ESCUCHA.
Y me abandono al sosiego de la noche aborreciendo todo ruido, anhelando la profundidad de los campos y odiando haber escuchado y visto lo desde el mundo viene y que ha llenado mi alma.
Eso sí te pido: que me olvide del olvido, basta ya de mundo con apariencias inocentes, basta ya de fondo de caverna. Sácame de esta torpe costumbre. Porque siempre estás allí para que me escuche y habite en tu cercanía.
Que me hunda en la morada prometida hasta que llegue el día en que envíes por mí ya que desde niño me llamas y estuviste caminando conmigo en deleitosos años ya desechos.
Cervantes: SI MI FUE TORNASE A ES
                  SIN ESPERAR MÁS SERÁ
                    O TORNASE EL TIEMPO YA
                     DE LO QUE SERÁ DESPUÉS.

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