domingo, 29 de marzo de 2015

LUCAS Y JUAN DE LA CRUZ



La fuga a las montañas azuladas

un cielo destilado ante la vista

que va cristalizando en amatista

y déjale sus nubes matizadas.


¡Ahora sí comprendo tus llamadas

de niño y joven por tu santo artista

y luego por pintor evangelista

del "hodie mecum eris" contempladas!


Quisiera sumergirme en aquel prado

midiendo versos o elegantes pasos

del noble potro de color moteado,


contigo solo y estrechando lazos

adentro ya del tiempo hacia el pasado

asiéndolo en intelectuales brazos.

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