lunes, 30 de marzo de 2015

EL OTOÑO GRAVE

Las hojas de los árboles, escuelas

al tiempo abiertas y a horizontes claros,

intensos e infinitos, puros, raros.

Al avanzar dejamos sólo estelas


se van borrando humildes sin secuelas...

¡Caminos más allá nos son tan caros!

queremos comenzar fines preclaros

y al ir de nuevo se hinchen blancas velas.


Es fuga hacia aquel bien ya contemplado

 en vuelo migratorio, ingenuo y suave

que admite permanencia en lo pasado


y al navegar habita así en la nave

va a plenitud y es pleno en ese estado

de andar ligero que se vuelve grave.


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