miércoles, 31 de diciembre de 2014

FELIZ AÑO

Un saludo de fin de año está preñado de inquietudes, temores y en casos extremos hasta de horrores cabalgando sobre la dulzura infinita del tiempo de Navidad musicalizado por Vivaldi y Bach en tiempos no mejores.
Los tiempos son accidentes (en el sentido aristotélico) del tiempo sagrado que corre de la Navidad a la Pascua y de la Pascua a la Navidad, hechos que sin duda determinan la historia y el año cuyo final celebran todos los hombres en familia, haciendo con ello una profesión de fe, ya que precisamente Dios mismo se revela como cercanía familiar de tres Personas conocidas por nosotros por el Verbo que se auto revela viniendo de su Padre y enviando el Espíritu de Amor de ambos.
Tal es la realidad desde el horror hasta la bienaventuranza que ojo no vio ni oído oyó pero que se les ha revelado a los pequeños en la plenitud de los tiempos.
El Big Bang desparrama la materia violentamente por el antiguo “horror al vacío” mientras desde Pitágoras en la delicada Samos la armonía del cosmos es musical.
La dispersión cultural gravita sobre el centro humano y cada vez se muestra más acelerada en una suerte de BIG RIP. La armonía se presenta como una fuga eterna volviendo al Padre que engendrando en su Hoy al Hijo nos ha elegido en Él desde antes que el Cosmos fuese.
Así en este año que es el retorno de lo mismo la felicidad sea el acto en la virtud excelente que permanecerá cuando nada quede (ni la fe ni la esperanza ni la ciencia) sino el vínculo cercano de las personas que se llama CARIDAD O AGAPE.

Feliz año: feliz felicidad en el don de la caridad.

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