¡Oh los cielos de la tarde!
Son un preámbulo del cielo de los cielos.
Tú nos los das en lo poco
y vamos gustando sus primicias.
Los ríos y montes
las sierras sinfonía son
más clara que ninguna compuesta.
Nos hablas en ellas
y nos traspasan
y con el "no sé qué que quedan balbuciendo".
Y nosotros te rogamos por los enfermos
y vamos siguiendo tu llamado
por las horas
hasta el ocaso.
Son un preámbulo del cielo de los cielos.
Tú nos los das en lo poco
y vamos gustando sus primicias.
Los ríos y montes
las sierras sinfonía son
más clara que ninguna compuesta.
Nos hablas en ellas
y nos traspasan
y con el "no sé qué que quedan balbuciendo".
Y nosotros te rogamos por los enfermos
y vamos siguiendo tu llamado
por las horas
hasta el ocaso.
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