Querría hablarte Señor
encontrando antiguo ritmo.
La noche corre a su cenit
y Juan de la Cruz es conmigo
pues fue mi maestro entonces
cuando dejé de ser niño.
las cien mejores poesías
el Cántico habían incluido
y bueno fue mi alimento
por los senderos perdidos
de aquella estancia paterna
y con sus liras ungido
llegué hasta aquestos días
buscándote a Ti sumiso
a tus palabras que invitan
a tenerte como amigo.
Es verecundia el hacerlo
y es gran locura omitirlo
con tanta necesidad
de quien es contradecido
al dormir pues allí el ello
ejerce todo el dominio.
¡Ven tú a pacificarme
y dame un sueño sencillo!
Yo creo que lo perdí
preocupado por mis hijos
que en los fines de semana
convocaba el enemigo.
¡Cuantos padres padecen
y nadie quiere decirlo!
A mí por lo menos mucho
me han traspasado y herido.
Yo te ruego en esta noche
que ya tú estés conmigo
y a aquellos guardes ahora
y los cubra tu buen destino
Callo sus nombres ahora
ya que tanto los he escrito.
¿Por qué si yo te amo tanto
quiero tenerlos conmigo?
¿No me bastas aquí tú solo
o eres tú quien me has pedido
que te pida ahora por ellos
y que se cumpla tu sino?
Yo te pido y tú lo harás...
por lo menos me lo has dicho.
Pero yo te quiero a ti
siguiendo a tantos benditos.
encontrando antiguo ritmo.
La noche corre a su cenit
y Juan de la Cruz es conmigo
pues fue mi maestro entonces
cuando dejé de ser niño.
las cien mejores poesías
el Cántico habían incluido
y bueno fue mi alimento
por los senderos perdidos
de aquella estancia paterna
y con sus liras ungido
llegué hasta aquestos días
buscándote a Ti sumiso
a tus palabras que invitan
a tenerte como amigo.
Es verecundia el hacerlo
y es gran locura omitirlo
con tanta necesidad
de quien es contradecido
al dormir pues allí el ello
ejerce todo el dominio.
¡Ven tú a pacificarme
y dame un sueño sencillo!
Yo creo que lo perdí
preocupado por mis hijos
que en los fines de semana
convocaba el enemigo.
¡Cuantos padres padecen
y nadie quiere decirlo!
A mí por lo menos mucho
me han traspasado y herido.
Yo te ruego en esta noche
que ya tú estés conmigo
y a aquellos guardes ahora
y los cubra tu buen destino
Callo sus nombres ahora
ya que tanto los he escrito.
¿Por qué si yo te amo tanto
quiero tenerlos conmigo?
¿No me bastas aquí tú solo
o eres tú quien me has pedido
que te pida ahora por ellos
y que se cumpla tu sino?
Yo te pido y tú lo harás...
por lo menos me lo has dicho.
Pero yo te quiero a ti
siguiendo a tantos benditos.
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