Cuando es amor, amor se va acendrando
pues se abre a la
palabra que lo dice
y que en la cercanía
nos bendice
y aquí en mi valle
amor va destilando.
Yo cada día a ti te
tuve cuando
la tarde se acentuaba
y quise
que el aire nubecillas
suaves rice
mientras te voy sin
prisa acompañando.
No bien voy a la Villa de Brochero
se enciende el alma
ante la faz de Achala,
la misa irradia, que
en su día postrero,
rezó él en su latín y
copia el ala
de blanca garza en
este río austero
que sigue el ritmo
claro de su gala.
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