viernes, 6 de septiembre de 2013

LA VERÓNICA

¿Qué mérito será comer tu cuerpo?
¿Cómo ignorarlo?
Si tu lo ofreces y es Dios quien hace esto.
Al contemplarlo en esta tarde me parece
que nada existe frente a ti y tu sacrificio.
No hay nada en ella se deshacen
las cosas, en tenaz agujero negro.
Estás tú solo en cruz clavado
Diciéndole al ladrón algo increíble:
“conmigo tú estarás
en esta tarde, en mi propio paraíso”.
 Creo que fue a mí a quien lo dijiste
aquella tarde que lo oí por vez primera.
Esta tarde estarás conmigo en el paraíso.
Nada queda en todo el universo: tú en la cruz

y detrás veo la sierra en una llama de amor viva. 

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