que penetra en las
entrañas
y beatifica su lecho
el del hombre do
encarnara
como barro predilecto,
que se expande entre
las sierras
y luego explica el
lucero
La profundidad
nocturna
Cuando el cielo de
los cielos
ofrece sus infinito:
simple acto de amor
sin velo.
Aquí cubiertos del
mundo
Gozar de ello no podemos
pues todo está
confundido
y ensuciado el
sentimiento.
Fácil se arruina una
fiesta
si interviene algún
perverso
Pocos se acercan al
claro
y se abrazan al
sosiego
Entonces no pueden
pensar
pues los mide lo
diverso
que va pasando sin
pausa
y en la prisa va
creciendo
Mas aquí en tras la
sierra
hay un altísimo aliento
que los cóndores
conocen
con sus plumas en sus
vuelos
Y siempre suena la
misa
de José Gabriel
Brochero
y es arte en latín
antiguo
y Dios allí se hizo
nuestro.
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