lunes, 10 de marzo de 2014

LA SALVACIÓN DEL PAN

Se escuchan más que guerras, genocidios
del alma, de la paz de la morada.
Los hombres navegando hacia su nada
 aplauden los morales homicidios.

Exigen que ya se abran los presidios
y toda pena sea rebajada
y toda norma sea liberada
y penas se autoinflinjan en suicidios.

Así Eros, Thánatos de Freud caminan
de la jornada como vencedores,
la fuerza la detentan, determinan

los instintos, pues ellos son señores:
desde hace cierto tiempo artistas minan
el campo de sus ya consumidores.

Y todo esto es así y ha estado siendo
al proclamarse cien revoluciones
con ciencias y con técnica en regiones,
sistemas todos de entes produciendo,

que más y más así van sucediendo
potentes en sus mil evoluciones
sin forma de ponerle contenciones,
progreso es irse más automidiendo.

Y va esto y va sin pausa y con gran prisa
se anuncian cada día novedades
si hay llantos se potenciará la risa

pasando y traspasando las edades.
No sé que irá a pasar con nuestra Misa:
pecados ni se nombran ni impiedades.

¿Está en tu mano esto Señor? Sin duda:
en ti como personas compartimos
tu ser eterno y nunca merecimos
tenerlo, mas Dios basta y no se muda:

Antes del cosmos sin materia ruda
en tu concepto íntimo existimos,
viniendo de la nada no lo vimos
y ahora lo heredamos con tu ayuda.

Es mucho ser en ti si comparamos
la vida universal y transitoria
que tanto por ser nuestra valoramos.

Pero su ley es  conculcar la historia
Te vemos en la cruz y en ti confiamos
en que nos lleves en el pan de tu memoria.


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