PACIENCIA EN LAS TRIBULACIONES

Es necesario que ahora se abra el cielo
pues no soporto tal encerramiento
al ver la realidad: a Esteban siento
cercano y pido aquel real consuelo.

A ti Señor únicamente apelo
y debo presentarte mi lamento
de no poder vivir más ni un momento
sin tu asistencia ahora en este suelo.

No basta ya el saber, la pura ciencia,
¡tan fuerte me sentía al enseñarla!
Ahora ya requiero tu presencia.

Te pido que me lleves para hallarla
a aquella ermita lleno de paciencia
Espero al encontrarte allí encontrarla.