viernes, 31 de octubre de 2014

SONETOS ORACIONALES

Se rasgan las galaxias, diz la ciencia:
entre ellas somos nada comparados
Y sin embargo estamos tan dotados
para saberlo ¿no es la autoconciencia?

La ciencia vi en mí mismo, en mi conciencia,
en días magistrales delicados:
hoy quiero que no sean olvidados,
del espíritu requiero transparencia.

No sigo de este mundo el ciego vuelo
que va con el big Bang: ¡y van seguros
los sabios sin buscar en ti el consuelo!

¡Oh necesito aquellos días puros:
Espíritu en mi espíritu era el cielo!
Hoy veo que eran dones prematuros.

¿Por qué lo he menester ahora mismo?
Pues he luchado por hacer visible
el claro que se abría: ¡es invisible
mas era en general el catecismo!

No existe en la cultura del abismo
do el orden se volvió cosa risible
junto a la vida eterna inamisible,
con mucha erudición, la del cinismo

francés e inglés que contagió al germano
Y ahora hasta los niños han perdido
su condición angélica y su mano

es tecnológica: Señor te pido
el cambio de lo enfermo hasta lo sano
y que endereces, manso, lo torcido.



¿Por qué es que queda todo en el suspenso
y no te vemos aunque estés presente?
Habemos menester que dulcemente
en el azul morado espeso y denso

nos entres por la puerta al prado extenso
de la belleza, atravesando el puente
que deja atrás el ruido de la gente
bajo el amparo del caldén intenso.

Entonces aguardando y arrasados,
activos contemplando tu aquiescencia
de la amistad celeste en la presencia
ya dicha, nos sentemos confirmados.

No estemos a mitad de este camino
sin ti y con ideas bellas solas:
estémosnos hablando,con el vino

bien rebosante como suaves olas
sobre la faz del suelo de oro fino
mientras se van blanqueando las estolas.

¿Qué haremos con aquellas que ennegrecen?
Abajo están del monte adonde invitas
buscando soledades infinitas:
allí donde las vestes resplandecen.

Artificiales luces aquí crecen,
candilejas que exaltan las finitas
salientes que son estalagmitas
o títeres de circo que se mecen.

Son fuertes las medidas son instintos
que no se curan más que de ejercerse
y no se curan que han de ser extintos

a poco de gozar sin trascenderse
en los dones de la bondad, sucintos
por las virtudes dignas de aprenderse.

Te ruego que me des si es el destino
el recibir la muerte prematura
en contra de la pródiga natura,
las conversiones al querer divino:

en la doctrina de Tomás de A  quino
en su pensar que fluye con dulzura,
qué todos desviemos a la altura
el corazón surcando el éter fino.

en este valle donde manso encierras
el ritmo del perdido paraíso
delante de estas inefables sierras

corona suya que hacia el cielo es friso
del templo de estas bendecidas tierras
¡y seamos niños como el Padre quiso!

Te pido en tanto entre milagros tantos
El nuestro pues nos has a ello invitado
Y tanto tu decir lo ha subrayado
Que aquí me pongo a hacerlo entre tus santos.

¡Oh sí, me adjunto orando a muchos llantos
de modo que me encuentre así inundado
Y sánala y que sea manifestado
aquí el querer del Padre entre los cantos

de bienaventurados en el cielo
aquí en la tierra y nazca el gozo
interno, oculto en tu bendito suelo,

adentro de tus sierras, de rebozo!
En el origen de mi río voy de vuelo

con limpio padrenuestro esplendoroso.

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