Está la clave trinitaria: MI DOCTRINA NO ES MÍA SINO DE AQUEL QUE ME HA ENVIADO. La palabra "enviado" pasa a ser la palabra clave, REPETIDA MUCHAS VECES. La encontramos en momentos clave también en Homero y en Parménides, LA POMPÉ. Lo agradable es que sea la palabra griega. El Padre lo envía a nosotros y esto tiene un sentido trinitario dentro del ser: ES VERDADERO QUIEN ME ENVIÓ Y VOSOTROS NO LO CONOCÉIS. YO LE CONOZCO PUES EXISTO DESDE ÉL Y EL ME ENVIÓ (y aquí usa APESTEILEN).
Lo quieren arrestar y Él habla desde lejos, desde Dios:
AÚN ESTOY UN POCO Y ME VOY A QUIEN ME ENVIÓ. ME BUSCARÉIS Y NO ME HALLARÉIS PUES ADONDE ESTOY YO VOSOTROS NO PODÉIS VENIR.
La diferencia entre el ser y el ente es fundamental y sobreviene aquella que los que no han querido recibirlo ante la invitación de su vuelta al Padre quedarán separados. Los que no han querido y los que hoy tampoco quieren y aquellos que llamados desde sus pecados no quieren dejarlos "porque todos los practican como algo normal" hoy sobre todo en la fiesta del pensamiento anárquico. No pueden pues venir los que se sienten afirmados en su pensamiento.
Pero Jesús predicó, antes y ahora:
EL QUE CREE EN MÍ...RÍOS DE AGUA VIVA FLUIRÁN DE SU VIENTRE.
Hablaba del Espíritu. Y lo mandaron a arrestar pero no lo hicieron los aguaciles en esta hora. Y se trabó una discusión teológica: no será aceptado como profeta porque es galileo. Y se fueron los seguros a su casa. Cada uno en su opinión, cada hombre. La fluencia de la gracia está para quien cree, dice sí a la palabra tal cual la dice el enviado, quien es Él mismo la doctrina.
Hoy en día se subraya que Jesús está en el otro según aquello del mismo Juan en su carta. Pero olvidan que Él mismo es la doctrina enviada con la cual no quieren tener mucho que ver entre libritos hodiernos donde los que se autodenominan teólogos escapan de la sagrada doctrina. Los "otros" determinan lo que ha de creerse según su posmodernidad.
La desgracia es que hayan perdido las fuentes de la gracia.
Lo quieren arrestar y Él habla desde lejos, desde Dios:
AÚN ESTOY UN POCO Y ME VOY A QUIEN ME ENVIÓ. ME BUSCARÉIS Y NO ME HALLARÉIS PUES ADONDE ESTOY YO VOSOTROS NO PODÉIS VENIR.
La diferencia entre el ser y el ente es fundamental y sobreviene aquella que los que no han querido recibirlo ante la invitación de su vuelta al Padre quedarán separados. Los que no han querido y los que hoy tampoco quieren y aquellos que llamados desde sus pecados no quieren dejarlos "porque todos los practican como algo normal" hoy sobre todo en la fiesta del pensamiento anárquico. No pueden pues venir los que se sienten afirmados en su pensamiento.
Pero Jesús predicó, antes y ahora:
EL QUE CREE EN MÍ...RÍOS DE AGUA VIVA FLUIRÁN DE SU VIENTRE.
Hablaba del Espíritu. Y lo mandaron a arrestar pero no lo hicieron los aguaciles en esta hora. Y se trabó una discusión teológica: no será aceptado como profeta porque es galileo. Y se fueron los seguros a su casa. Cada uno en su opinión, cada hombre. La fluencia de la gracia está para quien cree, dice sí a la palabra tal cual la dice el enviado, quien es Él mismo la doctrina.
Hoy en día se subraya que Jesús está en el otro según aquello del mismo Juan en su carta. Pero olvidan que Él mismo es la doctrina enviada con la cual no quieren tener mucho que ver entre libritos hodiernos donde los que se autodenominan teólogos escapan de la sagrada doctrina. Los "otros" determinan lo que ha de creerse según su posmodernidad.
La desgracia es que hayan perdido las fuentes de la gracia.
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