miércoles, 24 de junio de 2015

EL CLARO DEL SER

La oración ha llegado a su fin que eres tú mismo. Ya obra tú, Señor a quien no vemos porque vemos las cosas y sentimos acerca de las cosas que están en el tiempo aunque a éste no lo vemos. Decimos que pasa el tiempo pero no sabemos qué es ni lo vemos a él. En él pasan las cosas que podemos ver pues son finitas, limitadas y las vemos una por vez.
Así Señor si te viéramos veríamos todas las cosas en ti que les das belleza en el ser. Y si vemos el templo de San Giorggio maiore en la salida de Venecia vemos que tú nos brindas tal hermosura espiritual. Allí están las cenizas de Esteban, el protomártir.
Desde su oración está el "claro del ser" el cielo abierto de la paz al cual ahora, hoy, en esta tarde me remito.
Necesitamos verte de pie junto a la gloria del Padre y por los ojos sencillos de Esteban te vemos.
A quien está muriendo muéstrale ese claro y que vuele a ti sin más. A quienes la ven morir ábreles los ojos y el corazón. Que se acabe este ver sucesivo de las cosas fuera de ti: házles ver en ti todas las cosas y que el mundo -como en los hermanos Karamazov- el mundo se transforme en un paraíso.

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