El mar,
signo del tiempo es uno solo
extendido
del uno al otro polo
y por
esencia no le van medidas
que
accidentales son, sobrevenidas.
El tiempo
corre en ti cual primogénito
de toda
criatura, el Padre ingénito
te engendra
eterno, el tiempo en ti es potencia
creatural y
bondad de la presencia
que
compartimos por la buena gracia
y ni
América, Europa, Australia o Asia
contienen
aunque estés en cuerpo inmerso:
¡desborda
aún de todo el universo!
Si
segmentar el tiempo no se puede:
tu cuerpo
era preciso que uno quede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario