HEMOS VISTO AL SEÑOR

La tarde oh mi Señor la tarde es tuya,
fue de mi madre, de mi barrio o "demos"
con vibraciones de la tipa en aúreos
rayos que beatifican calles donde
abrevan almas de los niños buenos.
La tarde abarca el valle esplendoroso 
del Morro un cerro solo y misterioso
que va azulándose entre sierras suaves.
Aquí he bebido paz mas sin saciarme
pues fui detrás de tus pisadas sabias
en los silencios hondos de los montes,
perfumados sencillos puros quietos,
acompasados por caballos, aves
mugidos: ¡se respira paz tan solo!
Y todo es por ti y para verte
Nosotros te hemos visto y habitamos.