domingo, 3 de febrero de 2013

CARIDAD Y PERMANENCIA

Ahora, hoy se leyó el himno a la caridad. Este camino hiperbólico es el de la diferencia ontológica. La caridad te conoce, Señor, que es muy otra cosa que la luz creada. Con tu luz vemos tu luz, en Dios conocemos a Dios, en la permanencia permanecemos con lo único que permanecerá. Todo lo demás pasará junto con las tribulaciones de este mundo.
La caridad es pues el elemento de nuestro existir como personas. Existen sólo las personas en tí, lo demás se pasa, lo demás se gasta como el dinero, como el cuerpo y finalmente como la materia. Es inmenso el universo en expansión y nosotros que somos un punto de ella somos en tí personas. Esto dicho te solicito tu más prieta cercanía porque no quiero caer en el olvido mirando lo que pasa y luego no será ni sentirme sorbido por la vorágine del universo. Sin tí soy átomo que se disuelve, soplo que se disipa, apetencia que muere. Sin caridad nada soy y nada tengo. Dame Señor tu compañía para que te mire, te tenga y no apetezca sino el ver tu rostro como el salmista que parecía conocerte antes que te le manifestaras.
Brevemente lo digo: VEN OTRA VEZ A CAMINAR CONMIGO.

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