martes, 26 de febrero de 2013

¿QUÉ ME QUIERES SEÑOR?

Según San Juan de la Cruz tu rostro está en mis entrañas dibujado. Yo no sé si te veo porque leí esto siendo joven o por obediencia a quien es doctor de la Iglesia. Buena palabra obediencia, bueno es escuchar al Padre que habló en la nube. Yo quiero decir que desde siempre hablé en mi interior porque escuché hablar en mí de muy niño en forma muy suave. Y esto es lo que me hacía ver el mundo como un paraíso al estilo del hermano del staretz de los Hermanos Karamazov. Por eso cuando lo leí salté. Quizás pasó lo mismo con el Cántico. Diría que cuando uno va creciendo ya no le es fácil escuchar. Están los impulsos alimentados por esta cultura liberadora ¿De qué? Precisamente del interior donde hablas Señor ¡Y fallan el tiro: justamente te reprimen a tí que eres el LOGOS!
Bueno dejemos discusiones ¿Y qué si tú me hablas y me dices: YO SOY QUIEN CONTIGO HABLO?
¡Aquí estoy Señor! ¿Para qué me quieres? Hablas, hablaste siempre. Me hablas y me hablaste.

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