jueves, 22 de marzo de 2012

NO QUIERO PERDER LA PASCUA

Recuerdo las pascuas que he vivido en treinta años y no quiero perder ésta:¡justamente cuando llevo mi cruz! Te he visto Señor y te he sentido. Solamente que me he quedado solo cuando creí estar acompañado. Simplemente me hice esa ilusión. ¡Sea! Que cada uno te vea o no, yo por mi parte te necesito imperiosamente y si todo ha sido una purificación con más razón necesito tu cercanía porque eras tú lo que en todo buscaba y era yo quien te buscaba en esa forma agustiniana ¡Nunca he visto que alguien acosado por mi entusiasmo tomara las Confesiones! Me he hecho mucha ilusión con mis próximos y solo he obtenido conflictos cuando quiero fundamentar porqué Agustín cómo Tomás y el sí a los padres y su entusiasmo...
Todo parece haber concluído y aún ahora te siento cerca, veo tu rostro. Gracias Señor, tú sabes todo. Hay muchos que necesitan consuelo:por ellos ruego y como siempre te pido por mis más cercanos ¿Qué? que los salves en todo sentido. Es decir que están en tu mano mis imposibles ensayos de que se reduzcan a tí dejando el turbulento, efímero y peligroso mundo que los lleva hacia afuera. Otra vez Agustín: ¡entra en tí y conócelo! No quiero perder stos días para verte y entrar en tu infinito corazón que nos atrae. Gracias Señor
gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario