¿QUIEN PIENSA EN MÍ?

El mundo bulle en sus entretenimientos sabatinos y es muy probable que los que me quieren:  mis prójimos ni se acuerden de mí en medio de los ambientes jocosos. Es cierto que tampoco en Ti tendrán espacio para pensar. Pero al menos las monjas pueden tenerlo. Pero si pensaran en mí les sobrevendría cierto horror o estupor que les hará cambiar de objeto. ¡Y a mí que me gustaba los sábados a la noche cenar con las monjas y mi familia despúés de rezar vísperas! Me gustaba: ¡creía que había vencido al mundo. Al comienzo solos en el campo y al final creí que tú me trajiste a la fraternidad de la paz para estar solos en compañía de quienes hacen profesión de amarte. Yo hubiera querido echar de allí el acontecer del mundo y concentrarnos en Ti ¡Pero qué otra me esperaba! Se anuló el claro del Valle donde vivo y mi CLARAVAL es un lugar como tantos otros donde los que no pueden salir ven TELEVISIÓN, que me parece una anticipación del infierno, es decir del lugar de la separación y del olvido de la persona.
Nadie en el mundo piensa en mí ¿por qué he de pensar yo en ellos? Sufro  sí por lo que llaman seres queridos. Sufro porque su ser íntimo está amenazado. Nunca he logrado que contesten a mi predicación paulina de la persona. Mi hablar siempre ha sido viento que se deja pasar.
Pero tú sí que piensas en mí ¿Como no pensar en tí? lo menos que me concederán ellos es que me causa deleite pensar en tí como a ellos salir y distraerse ¡Haz lo que te plazca! me dirán ¡Y a fe que me place estar en tu cercanía! Tú eres el rostro de la profundidad de Dios Padre y nos lo has hecho ver hasta quedando inmóvil en la cruz. Claro se piensa que esto es para realizar en el templo...pero allí me distraen los fieles y la liturgia con belleza y realidad. En cambio ahora yo, pensando en tí, descubro tu mirada y sé que piensas en mí. Conducido por tí y te vi: otra vez Agustín.
PARECE QUE AL PENSAR EN EL ESPÍRITU O DESDE ÉL TÚ TE MUESTRAS HACIA MÍ ¡QUÉ FIESTA! EL PENSAR TU EN MÍ ES MI PERSONA...NO YO SINO TÚ EN MÍ.