¡´Qué alegría ser llamado por tí y escucharte! Tú dijiste -hoy se lee- que uno será tomado y otro dejado y pusiste el ejemplo de Noé y de Lot. Cuando por vez primera lo escuché me alegré porque quise ser tomado por tí y tu palabra me llevó adonde quise ser llevado. En tus tardes caminé atravesando su espesura dorada y tu mano me conducía. Ahora padezco cierto vacío pero quizás sea una noche de purificación. También lo sé por Juan de la Cruz. Tú me acercaste todo lo que me hacía falta: Juan, Scheeben, y los Padres de la Iglesia y Santo Tomás. Bueno lo demás es el juego complejo de la historia, el mundo y el lenguaje y para ello me diste a Boeder.
El hecho es que primero te fui sintiendo más y más y así todo se fue cumpliendo. Tú y yo en sintonía...
El hecho es que primero te fui sintiendo más y más y así todo se fue cumpliendo. Tú y yo en sintonía...
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