lunes, 25 de julio de 2011

Aquí Señor estoy no me abandones
            Es de mañana bajo el azulado
            cielo, por sierras mágicas cercado,
            pletórico tesoro de tus dones.


            Es una ermita: todas bendiciones
            que invitan a buscarte y ya a tu lado
            a andar adentro así beatificado,
            unificando tú mis emociones.


            ¡Oh paz! Los algarrobos y los talas
            la beben y los tordos en los pastos
            dorados en la tarde ¡cuántas alas

            en este cielo de horizontes vastos!
            Y el hoy y tus palabras que me llaman
            a ser contigo en estos días fastos.

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