viernes, 1 de julio de 2011

¿POR QUÉ NO TE RECIBO ?

 Nos haces tus amigos, no nos ocultas lo que estuvo escondido desde el comienzo de los siglos: que somos tus reflejos, tus imágenes, tus rostros.Y nosotros te damos la espalda atraídos por las cosas. Nosotros que somos personas ante la faz del Padre tuyo de quien eres la imagen. Quien te ve lo ve y quien esto sabe es porque tú se lo revelas. Hay revelación a los que tú has querido revelárselo. Y yo te pido que me lo reveles haciéndome eco de tu palabra: Si alguien me lo pide YO LO HARÉ.
Al mismo tiempo pido por los míos para que ellos sean sujetos de tu preciosa auto revelación. Y los días se vuelvan plenos y las horas se derramen en el tesoro de la tarde y el corazón arda como las sierras y el gozo que de tí procede, gozo de la verdad, los haga personas claras y distintas.
Es hermoso pedirte y dirigirse a ti. Es como ser nube que se encamina a la cumbre para hacer nido luminoso en el ocaso. Te digo entonces sí a tu delicadeza de llamarme amigo y atraerme a tu morada.
Pero ¿por qué no te recibo y te doy posada?

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