EN MI FIN ESTÁ EL PRINCIPIO

Pablo dice :Hay un solo Dios y mediador entre Dios y los hombres: Cristo Jesús...que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Lo anuncia el Apóstol que dice la verdad y no miente y de pronto prorrumpe en un himno acerca de lo que contempla o experimenta: LA IGLESIA DEL DIOS VIVO, COLUMNA Y FUNDAMENTO DE LA VERDAD. Exclama: GRANDE ES EL MISTERIO DE LA PIEDAD...Ymás adelante sentencia: LA PIEDAD ES LO QUE MÁS APROVECHA PUES TIENE LA PROMESA DE LA VIDA PRESENTE Y FUTURA. Luego dice que tenemos la esperanza puesta en el Dios vivo que es el salvador de todos los hombres. Y ¡a ti Señor te llama salvador a treinta años del calvario frente a muchos que te conocieran en la carne y te llama Dios vivo: él el fariseo!
 Sigue exponiendo la doctrina de la piedad como rasgo del obispo que la enseña. Habla de la EPIFANÍA DEL SEÑOR cuando venga en la potencia de su bienaventuranza y te llama a ti, Jesús, REY DE REYES, SEÑOR DE SEÑORES, QUE HABITA EN UNA LUZ INACCESIBLE, que nadie vio ni puede ver. Es decir: Tú eres el Dios vivo de Moisés. Y nombra la vida verdadera hacia adonde vamos como LA VIDA DEL SER.
Tú sabes porqué cito estas palabras: está hoy la misma herejía antiquísima que decía que eres hombre pero no Dios, la misma opinión particular (con la acreditación de nuevas ciencias) frente a la doctrina universal, considerada, con soberbia, como cosa superada. Yo como si fueras hombre te hablo y como Dios te pido salvación porque necesito ser salvado en LA VIDA DEL SER. Si el opinante se satisface con las sutilezas de las ciencias ¡sea! En un momento puntual lo procesaban los poderes políticos, antes era Pablo el condenado, luego hubo censura y hoy hay libertad para propalar lo que sea. Cada uno a lo suyo: yo te necesito a ti y esa es mi salvación y te hablo en cercanía, aquella que llaman PARRESÍA en griego y quizás sea esta relación la piedad de la que habla el Apóstol. Es un misterio, es decir un sacramento, es decir la carnalidad de tu vínculo con nosotros en la Iglesia, el gran sacramento ¡Qué gracia saber que la Iglesia es tu presencia real y efectiva en nosotros! Y que tú obras, realizas en nosotros lo que has orado al Padre celestial: el cielo en la tierra. Pero se hace en la medida de nuestra fe: quien más cree más ve y quien más cree es porque ama más y más guarda tu palabra. Y esto es lo que hizo tu Apóstol: CONSERVÓ LA FE .
Por lo que a mí hace te hablo para aumentar mi fe como quien ora. Y al hablarte te respondo a ti que me has dicho: YO SOY QUIEN CONTIGO HABLA. Y al orar te comprometo pues me dijiste: QUIEN ME PIDIERE EN MI NOMBRE YO LO HARÉ. Y celebro como Pablo el misterio de la piedad y el ser Iglesia correspondiéndote, amándote, aceptando tu amistad, recibiéndote en mí como templo
Pablo repetía: ¿NO SABÉIS QUE SOIS TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO? ¿Qué queda por discutir de teología cuando aceptamos ser morada tuya en el Espíritu?
TO BE OR NOT TO BE THAT IS THE QUESTION. ¡Sí! Hamlet es más noble sufrir en la mente los ultrajes de una fortuna atroz y saber lo de Eliot: IN MY BEGINNING MY END.