CONTIGO EN LA MAÑANA
Me llama la mañana esplendorosa
que enciende aquí la faz de las laderas
de las montañas suaves, verdaderas
caricias para el alma quejumbrosa.
Padezco la noticia cenagosa
del mundo en la ciudades altaneras
donde resuenan las palabras hueras
y el semáforo ha reinado y no la rosa.
Siempre pensé que más valdría un huerto
la granja con pacientes animales
y el verso que celebra "el fruto cierto",
quien sienta allí brotar los manantiales
en ese cielo libre, puro, abierto
estando de tu casa en los umbrales.
Me llama la mañana esplendorosa
que enciende aquí la faz de las laderas
de las montañas suaves, verdaderas
caricias para el alma quejumbrosa.
Padezco la noticia cenagosa
del mundo en la ciudades altaneras
donde resuenan las palabras hueras
y el semáforo ha reinado y no la rosa.
Siempre pensé que más valdría un huerto
la granja con pacientes animales
y el verso que celebra "el fruto cierto",
quien sienta allí brotar los manantiales
en ese cielo libre, puro, abierto
estando de tu casa en los umbrales.
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