sábado, 18 de mayo de 2013

EN LA MITAD DE LOS DÍAS OTOÑALES

Te pido Señor tu cercanía, ni más ni menos, merézcala o no. Porque la necesito hoy. SIn ti mi existencia se deshace en el mundo y en el universo ¿A qué ilusionarme con lo que pueda venirme del mundo de los hombres? Callemos uno y otros y hablemos contigo y así estaremos todos muy cerca unos de otros  ¡Qué adorable eres tú y qué vitales tus palabras! Háblame, ¡habla tú solo que ya no quiero oír otras palabras! Y en la soledad que labras. Aquí estoy, ajústame a ti (tui iuris esse cupio) no quiero más que tu voluntad, no te tengo sino a ti. Hermoso vacío para obtener tal plenitud.
Me quedo contigo y te pido que te quedes conmigo, como solíamos rezar con las hermanitas de la paz. Y a aquellos que tu sabes no olvides para que sean uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario