martes, 16 de agosto de 2011

EN EL CLARO

  Esta tarde nos envolvió de tal manera con su luz que volvió al presente aquel pasado que siempre menciono y que no puedo creer que haya pasado ¿Para qué lo viví sino para este presente? Y ¿qué tengo hoy? Nada de aquello que era expectativa ¿Y qué esperaba? Aquello que enseñaba: a ti. Hoy ya no enseño y ya no soy joven  ¿y te tengo? Parece que aquello estaba lleno y esto vacío. La tarde es la misma, maravillosamente luminosa. No te busco como te buscaba. Estoy fuera de tu palabra. Eso es.
  Por lo tanto Señor ven otra vez a caminar conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario