Esta tarde nos envolvió de tal manera con su luz que volvió al presente aquel pasado que siempre menciono y que no puedo creer que haya pasado ¿Para qué lo viví sino para este presente? Y ¿qué tengo hoy? Nada de aquello que era expectativa ¿Y qué esperaba? Aquello que enseñaba: a ti. Hoy ya no enseño y ya no soy joven ¿y te tengo? Parece que aquello estaba lleno y esto vacío. La tarde es la misma, maravillosamente luminosa. No te busco como te buscaba. Estoy fuera de tu palabra. Eso es.
Por lo tanto Señor ven otra vez a caminar conmigo.
Por lo tanto Señor ven otra vez a caminar conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario