Lo repito: hubo alguien que escribió cartas a mi Dios. Quizás se inspirara en San Agustín. Yo quiero ponerme simplemente ante tu presencia. No necesito enviarte cartaspues no estás lejos. Estabas conmigo pero yo no estaba contigo, decía Agustín. Más adentro de mi conciencia pues "eres lumbre de ella" y yo habitualmente tiendo hacia afuera. Así no podré entablar relación contigo y de eso se trata la religión: de relación de personas, de una COMMUNIO PERSONARUM.
El cuerpo como un corcho flota en la superficie, las representaciones del entendimiento me fijan a lo inmediato, la voluntad se dirige a lo que conoce, a lo exterior y no se afinca en tí. Por eso quiero ponerme en tu presencia hablándote, orando para tender hacia tí como aquel arquero de Aristóteles que tiende al Bien.
Pongo en tí mi complacencia, mi afección contemplándote por tu palabra y se dibuja tu Persona. Cuando nos animaste dciendo que la fe traslada montes dijiste algo más fácil que cambiarnos a nosotros de raíz. Rectificado por las virtudes teologales y cardinales te podré ver. Uno a uno saldrían los obstáculos como las hierbas inútiles de la huerta. Y las palabras del padrenuestro alcanzarán su blanco.
Padre nuestro. Tú Padre es nuestro y nos ama como hijos. Es algo que nos llena de la máxima alegría ¡Estar junto a un Padre tan bueno y tan grande como vos! decía la oración de niños ¡Bendito quien nos la hacía rezar! Edad para verse acompañado de ángeles.
Que estas en los cielos. Los cielos se abren ante esta alabanza del Padre. El niño no encuentra obstáculos para ello. ¡Señor hazme ahora como un niño! Así vuelo en esta mañana eterna de tras la sierra en este cielo más que amable puro y delicado.
Santificado sea tu nombre. En verdad la mañana llena de pájaros suaves y respetuosos invita a la piedad o mejor a la religiosidad o adoración. Tu nombre es santo y mi alabanza en el alto silencio lanza hacia el Padre miradas y afectos guiado por tí, Señor que vienes a caminar conmigo pues tu eres HOY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario