viernes, 8 de marzo de 2013

lA FUERZA DE LA DISTORSIÓN

¡Qué diferencia Señor entre lo que somos y queremos y lo que nuestros prójimos quieren ser y nos consideran! Acá se trata de hijos. Nos ven desde el mundo ya alejados de la intimidad y aún desde un extremo ¿Cómo se puede sostener esto? Parece que no queda sino la muerte porque uno no puede ya ni combatir ¡Tan poderoso es el enemigo! El mundo los vuelve irreconocibles, como dice Dante.
Y uno se había hecho una novela y había rezado mucho según creía. Pero el ataque es de todos lados. Ellos están seguros. Esto parece Sodoma ¡Sí es postulada por los literatos! ¿Quien está a nuestro lado Señor? Todo es adverso, es mundo cerrado ¡Y habíamos imaginado lo que sentíamos pero no pudimos ni acercarnos a un comienzo!
Contigo fue otra la situación, tú has hecho más de lo que creía, has estado más cerca de lo pedido, has venido a caminar conmigo aunque yo fuera menos de lo debido y de lo que se esperaba.. De todos modos Señor no podemos dejarlos a merced de tamaña fuerza de distorsión. No suceda lo deseado pero sí lo debido con ellos. ¡QUE NO TRIUNFEN LOS ENEMIGOS DE LA PERSONA!

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