martes, 19 de agosto de 2014

NUESTRO VALLE LUCIENTE

El clamor por un rostro que tengo clavado en el alma
porque muere según lo que dicen las células malas
¿Cómo es esto si tiene un hogar floreciente? Me piden
tristes ojos delante de nietos queridos que explique
lo que nadie podrá y yo te pido un alargue tan solo.
Solamente requiero el espacio en que pueda pedirte
apelando a la misericordia mostrada en tu paso
por la tierra y no miro lo que ha sucedido y sucede
de anormal este día en que muere una entera familia.
Sí te pido en que pueda rezar caminando contigo
y no pasen mis horas corriendo detrás de los vientos,
vanidades rellenas de cosas que no te señalan
Ese rostro Señor, su mirada es la tuya en calvarios
de las vidas mortales de miles de miles que sufren
una muerte de joven. Hoy veo una guerra continua.
¿Qué sentido tendría el pedido de tal privilegio?
Yo le veo uno solo: Brochero sería el testigo
del milagro y el valle brillando con luz renovada
luciría como antes en tiempos y espacios extensos.
¡Oh si todos vivieran sus tardes  al ritmo homogéneo
 de sus lomas y sierras y ríos y arroyos y nubes!
¡Oh si el hombre del ser la caricia sintiera y tu mano
venerable que oprime las telas del alma inocente! 
La piedad bajo el árbol sereno sin miedo al vacío
que está lleno del ser ¿Lo ha captado ese rostro sufriente
al perder el sustento en la vida mundana encerrada?
Me imagino Señor las respuestas a todo lo dicho.
Mas yo debo pedirte que vean y alaben tus obras
y esa vida se alargue o la sane el Beato Brochero
y mi madre la Virgen doliente nos brinde su amparo
y yo lleve a sus hijos del valle a alabarte delante
de estas sierras sagradas del tiempo que toca lo eterno.
¡Cómo debo pedirte si tú me pediste que pida! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario