sábado, 10 de septiembre de 2011

VOLVER A TI

  Me siento aquí arrojado, Señor. No tengo donde apoyarme. Las cosas de este mundo que tanto me ocuparon desde mi niñez hoy son insubstanciales entre los millones de seres que se aferran a ellas. Lo único que veo que existe es esta persona que ahora te habla desde su nada. Y quienes me rodean me ven exagerado y escapan. A tí Señor busco porque sé que tienes palabras de vida eterna porque siento que todo esto no me sostiene. No sé como podemos asirnos de lo que no es pero no tenemos por nosotros otra referencia. Si tú no nos hubieras hablado así despareceríamos con las cosas a las cuales nos aferramos: las vamos perdiendo una a una como compañeros en una guerra.
  Un día Señor rezamos un poco y adoramos la SANTA HOSTIA y nos tomamos de tí. S i tú no nos asistes perecemos sin darnos cuenta de ello. ¡Oh Señor cuán vanas son las cosas! ¿Cómo no clamar a tí? Las cosas que están siendo ya no son a poco andar. Por eso volvemos a tener sed ¡Danos el agua de la vida eterna! Hoy porque no podemos esperar: la realidad siempre es hoy. Quiero volver a estar contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario