ESTO SÍ QUE ES BUENO

                Salí corriendo en mi juventud de las cosas que me correspondían como joven y no era postulante para monje ¡Salí corriendo porque descubrí estas sierras que me pertenecían y aquello que era de muchos no era mío! Entonces te descubrí a tí cuando me hablaste YO SOY QUIEN CONTIGO HABLA . Después también creí que el estudio era seguirte porque me consagré a tu madre. Y el cielo se abrió en lo que llamo el claro. Y tú me acompañaste en esos años cuando se cumplía mi misión, como la de todo hombre que trabaja. Yo enseñaba y tú estabas. Yo cumplía también el ser padre y quise que mis hijos -naturalmente- estuvieran en el claro. Pero aquella salida era para encontrarte y alabar tus cosas como testigo tuyo en este mundo. Y ellos jamás salieron a parte alguna. Por el contrario se entraron al comprobar mi ansiedad. Por supuesto han querido ser en primer lugar jóvenes del mundo y no jóvenes tuyos. Pero con todo compañero experimenté esa adherencia. Es mas: ¡estar contigo diz que es cambiar el mundo o misionar en el mundo, nunca supe qué! Pues claro está a mi nadie misiona a no ser los testigos de Jehová que algo intentan. Los misioneros terminan enamorándose del mundo y apropiándose su parte. Y mundo va mundo viene queda todo impregnado de mundo con ellos y con los otros.
                  Queda concluído pues se periplo como el viaje de Ulises que ansiaba ya lo que había dejado a la espalda por la guerra de Troya y lo que tenía ante los ojos pero que no alcanzaba por el obstáculo de los hombres y las olas.¡Tanto enseñé esto y yo no puedo llegar al lugar de aquella original salida!
                  Me acompañaste en mi misión y debes seguramente acompañarme en la llegada. Porque sabes que no soy del mundo como tú que no eres del mundo. Nos guardarás del maligno y nos dejarás un tiempito en el mundo. Yo debo llegar ¿es normal lo que siento entonces? Estoy apesgado de mundo y sus cosas cuando trato con otros. Antes los quería llevar . Hoy debo ser llevado...por tí