viernes, 26 de julio de 2013

EL ARCA DE NOÉ

El camino es el cuerpo del hombre que es Dios y rescata
al tomado del polvo, al hombre, que es nada en sí mismo.
El camino por ello eres tú mi Señor y mi amigo.
Hay que verla a la Iglesia en este consorcio admirable.
Hay que amarla habitando en su seno como arca en el cosmos
navegando en abismos cercanos al límite nádico.
Más allá nada hay sino olvido perpetuo: la nada.
Más acá lo finito en el tiempo se extiende poniendo
los lugares posibles en donde germinen semillas del reino
o personas que alcancen el fruto ante el rostro del Padre
mas por medio del hecho cercano del Hijo y el Pneuma.
¡Hacia allí va la nave dejando la estela en los mares!
Yo te pido que pueda llevar en mi hogar a los míos
derrotando al maligno que opera inicuo hasta ahora.
Cada uno en el suyo tendrá que velar cual Noé por los suyos
Tú Señor lo has pedido por todos al Padre: en la Misa
intercedes y no hay tanto más que podamos nosotros
sino estarnos amándote a ti y alabando la tarde.
Si nos mandas a hacer una cosa u otra que sea
contemplando tu rostro y buscando el amor de tu Espíritu. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario