LA SENDA ESTRECHA QUE LLEVA A LA VIDA

¡Las cosas vienen: son los accidentes
que cubren las sustancias singulares
y que unas son personas y almas, mentes
y otras son instrumentos y lugares
que más y más se van multiplicando
y tú a cada persona vas amando.

Por eso yo en mi tiempo hoy te hablo
y en esta tarde en esta noche quiero
fijar la relación que aquí entablo
haciendo paraíso en este huero
enorme mundo que atosiga el alma
con prácticas que agreden toda calma.
¿Se puede realizar si aquí nos llenan
de lluvias y tormentas de noticias
que una tras otra se almacenan
en la memoria y viven subrepticias?
¡Oh sálvanos Señor con tu venida
colmándonos de aquella prometida. 

 Seguro que el Espíritu donado
nos llena y desaloja toda cosa
y hará que solo tú seas amado
y abejas nos hará de aquella rosa
que Dante dibujó en el firmamento
adonde vuela audaz el pensamiento.
Aquí en mis tardes comenzaba a hacerlo
con mi enseñanza en versos concentrada
que llaman clásicos y quieren serlo
pues tienen como senda humanizada
aquella senda estrecha de virtudes
de dones de la que huyen multitudes.