domingo, 7 de julio de 2013

NO TE PIDO COSAS

        ¡Que hermoso es escribirte aunque no tenga
        hoy nada que pedirte mas que venga
        el reino de tu Padre y Padre nuestro.
        Hablarte en mi vacío es lo que intento
        ni aún me importa el necesario estro
        poético sino el sonar del viento
        en soledad de soledad herido
        buscando el no sé qué que acariciaba
        mi juventud cuando salía al ejido
        sintiendo que tu mano me tocaba.
        Hoy pido ser aquel que entonces era
        sin desviarme de la senda verdadera.

        Quisiera así perderme sin testigo
        por esos montes nada conocidos
        sin oído a quien hablarle amigo,
        quedando así ambos por hablar heridos.
        Si tú me llamas como me llamaste
        te pido lo que tuve y me quitaste.
        Fue noble el ir y de otros aprendiendo
        luego enseñar hallando las anuencias
        y los dolores pues se van perdiendo
        semillas por las fuertes afluencias
        del mundo que es el dueño poderoso
        y por el tiempo físico horroroso.

         ¡Oh vuélveme a la fuente del estarme
         contigo como entonces junto al río
         sin cosas que ya quieran controlarme,
         pues me han quitado poco a poco el brío.
         Perdí ya por mi edad el magisterio
         y el mundo aún sorbió mi monasterio.
         Estéril he quedado y combatido
         no quiero la victoria a ti te quiero
         ser simple ante tu faz oculto unido
         a lo que has dado y das, austero
         modesto mas de ti particionero.
                  

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