miércoles, 24 de octubre de 2012

ENTRE AZUCENAS Y ROSAS

En las lecturas de hoy y ayer nos dice el evangelio de Lucas que stemos dispuestos a recibirte y que estemos preparados para tu venida. A todos y cada uno de los hombres se les avisa y amonesta no a una moral sino a recir tu venida que nos recolecta nos junta en tí LOGOS en quien hemos sido concebidos y donde formamos un cuerpo y templo santo. Esta combinación de Pablo y de su secretario, Lucas nos pone en Éfeso, aquella ciudad también de Juan y de María donde he podido prodigiosamente estar y poner mis `pies. Yo que camino contigo en los senderos de este valle de mi patria lejana, de la cual no pensaba salir nunca. En este valle donde quise asir el tiempo y verlo en su plenitud, en la del ser.
Se trata de recibirte y yo esto lo he querido desde que leí o recibí las palabras de Lucas y de Pablo y salía a enseñarlas y mostrarlas. No hay más misterio que este. Los que deambulan por profundidades vacías llenaron páginas de libros y propiciaron el vacío de la cultura posmoderna. Nosotros vivmos en tu hoy y aguardamos tu venida en la circunstancia: hoy rodeados por azucenas de adviento y rosas, blancas, rosas, rojas. Un milagro delante de estas sierras.

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