lunes, 29 de octubre de 2012

VERTE A TÍ MISMO

Verte Señor ahora antes de la próxima instancia dividida por la muerte creo yo que es fundamental ya que TÚ ERES HOY PARA MÍ. Y verte en esta vida diz que no es posible. Sin embargo esto contradeciría la verdad del ser que habla mostrándose y así dando la vida del Espíritu Santo. Hoy tú eres. Recuerdo el día que escribí un poema en la escuela en doradas tardes de plenitud predicante. Ni lo consideraron los oyentes pero TÚ ESTABAS ALLÍ PARA MÍ ¿Qué habías de hacer. mostrarte en la inmediatez cuando tu vida me llenaba de caridad, gozo y paz? ¿Debías tú espantar a los presentes en ese patio o darles la inestimable gracia de la fe viva? ¿Qué más presencia que en la EUCARISTÍA contemplada y comida con amorosa reverencia y adoración? Vibra el corazón lleno de Dios viendo una simple hostia e ingresa en tí la existencia efectivamente de tal forma que debía ocupar toda la atención de quien come o quienes comen en comunidad.
Bueno, es verdad que te he visto en mí aunque no pude estar con quienes creen en tí viéndote y gozándote sin tiempo, sin odiosa sucesión de tareas en ls cuales se justifican para creer en tí pero sin querer verte. No me canso de repetirlo: TÚ ERES HOY Y NOS INVITAS A ENTRAR EN EL HOY DE LA ETERNIDAD YA COMENZADA EN NOSOTROS. ¡Ah Señor qué hermoso es sentirlo sabiendo! Quien lo sabe podrá sentirlo pero sólo si lo cree queriendo. EL SALMISTA YA BUSCABA TU ROSTRO.

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